¡San Lázaro, amigo de Jesucristo
y hermano y protector de los que sufren!
Tú que conociste el dolor de la enfermedad
y la visita de Jesucristo te devolvió la vida en Betania,
acoge benigno nuestras súplicas,
Ruega al Padre Eterno
para que tengamos una confianza
serena y segura en el poder de Jesús.
San Lázaro Milagroso,
resucitado por el divino poder de Jesucristo,
te rogamos por el triste momento de tu agonía
y por la infinita alegría que experimentaste cuando Jesús
con aquellas dulces palabras te mandó salir del sepulcro, que intercedas con el Divino Maestro
para que por tu mediación nos conceda lo que,
confiados, te suplicamos.
(Hacer la petición)
Amén
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