En nombre de nuestro Señor Jesucristo
yo renuncio a Satanás, renuncio al adulterio,
a la fornicación y a cualquier tipo
de sexo desenfrenado,
de sexo desenfrenado,
y reclamo mi libertad espiritual,
sentimental y sexual,
y reconozco a Nuestro Señor Jesucristo
como único Señor y dueño de mi vida,
y por el poder de su Preciosísima Sangre
rompo y desato toda atadura que me hayan hecho
con sangre o fluidos impuros
y los expulso de mí en el nombre
de Dios Padre Omnipotente,
en el nombre de Dios Hijo Redentor del mundo,
en el nombre de Dios Espíritu Santo Defensor,
y por el poder de atar y desatar
que tiene la Santa Madre Iglesia Católica,
por la intercesión de la gloriosísima
siempre Virgen María
siempre Virgen María
y mediante el ministerio
de los Santos Arcángeles
de los Santos Arcángeles
San Miguel, San Gabriel y San Rafael.
Amén.
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