¡O madre de las aguas!
Grande es tu poder, tu fuerza
y tu luz grande es tu amor por tus hijos,
como lo es la sabiduría con que gobiernas
desde todos los océanos y mares.
Has que llegue a ti mi pedido,
y hazme los favores
de alejar de mi rumbo a mis enemigos
Que no llegue a mi hogar la tristeza.
Ni rencores o pesares
Que sea tu grandeza
la mayor riqueza que me dispensares.
Salve Yemanyá,
cualquiera fuera tu nombre,
cualquiera las playas y costas,
que tus aguas besaren.
Cualquiera el ritmo incesante,
de tus olas, de tus mares,
mi fé en ti deposito,
como parte de la creación de Dios en la tierra.
Y es por eso que te pido,
y se que mi ruego será atendido
si es justo y bien por mí merecido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario