Ofrezco y recomiendo los humos de este tabaco
al Espíritu de la Blanquita,
para que ponga mi alma blanca,
la estrella poderosa del Sol
para que me dé brillo
en todas mis encomiendas
y en todo lo que proponga hacer,
a la estrella poderosa de Júpiter
ante todo el que me mire
y a las demás personas
para que yo sea de su agrado.
A San Agustín del Dinero,
tú que tienes poder en el dinero
y que prestas el dinero
a personas que no lo necesitan,
préstamelo a mi, que yo lo necesito
no para hacer el mal sino el bien.
A San Marcos de León
para que amanse el corazón de mis enemigos, especialmente el de (se dice el nombre).
Cristo Paz, (se dice tres veces).
Rezar un Credo.
El tabaco debe estar previamente preparado
con azúcar y aguardiente.
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